Nace en Montevideo en 1943. Cursó estudios universitarios de Ciencias Económicas de 1961 a 1963. Desde 1976 realizó talleres de plástica con Mirta Nadal de Badaró, Ana Tiscornia, escultura con Octavio Podestá, grabado en el Club de Grabado de Montevideo de 1984 a 1986. Desde 1982 ha participado en varios cursos y seminarios de Semiótica con Fernando Andacht, Pere Salabert de la Universidad de Barcelona, Floyd Merrel de la Universidad de Pardue en Estados Unidos y con el Prof. Herman Parret en la Universidad de Lovaina, Bélgica. Estudió Historia del Arte con Prof. María Luisa Rampini y con el Prof. Jorge Moreno. Estudió orfebrería con Gastón Zina y realizó un curso de Fotografía con la Prof. Diana Mines. Desde 1998 estudia antropología y filosofía con el profesor Luis Vidal Giorgi. En 2006 realizó un taller de Collage Digital con Fernando Álvarez Cozzi en el Centro Cultural de España, fue seleccionada con un proyecto para realizar video. También realizó la Clínica Nuevos Medios: entre la producción y la teoría, con Graciela Taquini. El mismo año realizó un taller de videoarte con Enrique Aguerre en el Ministerio de Educación y Cultura. En el 2007 realizó un taller de Texto, Acción e Imagen, con Víctor Lema Riqué. Expone en forma individual desde 1979.Entre sus exhibiciones se destacan: En 1985 Búsqueda Interior, instalación, en la Galería del Notariado; en 1998 Trescientos sesenta y cinco, instalación en el Museo Blanes; en 1999 Los Olímpicos están entre nosotros, performance, en la Fundación Arte Contemporáneo FAC; en el 2002 Barriendo bajo la alfombra, performance en el Parque Baroffio; en el 2006 Calladita soy más bonita, instalación en el Cabildo de Montevideo. A partir de 1985 ha participado en eventos internacionales vinculados al arte textil: 2ª Trienal Internacional de Mini-Textil, Estrasburgo 87 Francia; «Selección para Michoacán, México» organizado por CETU; en 1988, 7ª Bienal Internacional de Miniatura Textil, Savaria Museum. Hungría; Bienal de la Habana, 1989, Salón de Minitextiles; en 1991, 2º Encuentro Latinoamericano de Mini-Textiles, Organizado por CETU en Salas del Subte Municipal, Montevideo y en el Palacio de Cristal, Buenos Aires, Argentina; en 1992 «Salón Bienal IMM», seleccionada con fotografía; en 1994 Bienal de Salto, Seleccionada con fotografía; en 1996 10º Encuentro Nacional de Arte Textil, Galería Latina, Mención del Jurado; en 2002 Salir al Cruce, estandarte (1.8 x 5 metros), invitada a la II Bienal Internacional de Estandartes, Centro Cultural de Tijuana, México; en 2004 Marcas Oficiales, instalación, Centro Municipal de Exposiciones Subte y en el 2005 Marcas Oficiales en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires; en el 2005 Lab.05/ Género, en el Centro Cultural de España; en 2006 Soberbia y Pasión en el Centro de Exposiciones Subte. Obtuvo varios premios y reconocimientos y su obra forma parte del acervo del Espacio de Arte Contemporáneo, Montevideo-Uruguay.

…Cristina Casabó elige hablar desde el silencio. Mejor dicho, sugiere desde el silencio. Su relato, susurrado, murmurado, prefiere la efusividad del silencio contra la prepotencia del discurso racionalizador. Como si al insinuar que el tiempo escapa a los afanes mensurables del hombre, estuviese simultáneamente insinuando que la imagen artística tampoco acepta las diseccionantes explicaciones racionales. Artista, y mujer, creo que importa precisarlo, despliega un saber hacedor fundado no solo en la exterioridad de lo conocido, sino también en sus inesperados pliegues. Contra la pretensión del discurso racionalista autoritario, un saber que esgrime la sensata irracionalidad del misterio, de lo que se acepta reservando una parcela siempre indescifrable. Un saber fecundado en la intuición, en la trama de verdades relativas y parciales antes que en los paradigmas concluyentes… Por eso, quizás convenga no aceptar demasiado el orden aparente, la prolijidad minuciosa. Posibilidad factible: la piel de los días, simplemente puede estar instaurando un simulacro. En cualquier momento y desde las propias fibras del silencio, quizás irrumpa la tempestuosidad del caos, aparezca el desconcierto de la incertidumbre, la sorpresa del azar. Quizás la mediana procesional que atraviesa el salón está alertando sobre lo incontrolable, sobre lo imprevisible. Por eso, tampoco conviene inclinar la balanza hacia el protagonismo de los escasos elementos que habitan en las salas. La ausencia no significa la nada, de lo contrario jamás podría valorarse la importancia de lo que no se tiene, de lo perdido, de lo distante. La ausencia es siempre paradojal, irremediablemente perturbadora presencia. Trescientos sesenta y cinco (fragmento), Alfredo Torres.

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